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Aldama, otra garganta profunda para la historia de España: Roldán, Amedo y Bárcenas no quisieron ir solos a la cárcel

Sánchez replica el 'plan González' ante las rajadas: una de esas empujó a Rajoy fuera de La Moncloa

Aldama, otra garganta profunda para la historia de España: Roldán, Amedo y Bárcenas no quisieron ir solos a la cárcel
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EL MUNDO batió el 3 de mayo de 1994 los récords de difusión de ejemplares (710.000 periódicos vendidos y varias ediciones extra) con la publicación de las revelaciones del ex director general de la Guardia Civil Luis Roldán. En la entrevista realizada días antes en París por los periodistas Antonio Rubio y Manuel Cerdán, el prófugo más famoso de la historia de España convirtió en un icono la expresión «tirar de la manta» tras contar a este periódico cómo y de qué manera se producía el reparto de los fondos reservados entre los altos cargos del Ministerio del Interior. Desde su escondite en un hotel junto a los Campos Elíseos, Roldán fue desgranando durante cinco horas el lado más siniestro de los 12 años de Gobierno del PSOE, desde los fondos reservados a la guerra sucia contra ETA.

LA ENTREVISTA AL FUGADO ROLDÁN.

El prófugo más famoso amenazó en EL MUNDO con «tirar de la manta» sobre el cobro de sobresueldos procedentes de fondos reservados (3/5/94).

Apenas ocho días después, el 11 de mayo de 1994, el entonces presidente del Gobierno, Felipe González, tuvo que comparecer en el Congreso para dar explicaciones de la fuga. Con un tono enérgico y alzando la voz, y en uno de los debates más crispados de esos años, acusó al PP de querer sacar beneficio político de la corrupción para atacar la estabilidad del Gobierno. Aún no se hablaba de las fake news, pero González ya decía que lo publicado por este periódico era falso -el día anterior EL MUNDO había desvelado la existencia del llamado informe Crillón sobre el banquero Mario Conde- y le reprochaba al entonces líder de la oposición, José María Aznar, el haber sembrado sospechas sobre el comportamiento de los guardias civiles que buscaban a Roldán, así como de poner «en duda la honorabilidad de los fiscales». Mientras sobrevolaba la posibilidad de una moción de censura -el líder de IU, Julio Anguita, criticaba «la visión cesarista del poder» del presidente-, Felipe González insistía en que debía seguir en el cargo para no crear un clima de inestabilidad. No aportó ningún dato sobre la fuga de Roldán.

MEMORIAS DE AMEDO Y DOMÍNGUEZ.

Este diario también publicó el relato de los ex policías José Amedo y Míchel Domínguez sobre el secuestro de Segundo Marey a manos de los GAL (26/12/94).

¿Les suena? Han pasado 30 años pero los hechos y los argumentos esgrimidos para escurrir el bulto se parecen. Cuando EL MUNDO publicó a finales del pasado octubre la fotografía exclusiva que demostraba que Pedro Sánchez conocía al empresario Víctor de Aldama, el Gobierno y el PSOE iniciaron una estrategia para restar importancia, bien a través de burlas (el hilo de Óscar Puente en las redes sociales) bien tratando de desacreditar el histórico testimonio judicial de la garganta profunda.

«Es categóricamente falso [... ] menuda inventada», expresó ayer Pedro Sánchez, queriendo desviar la atención hacia el PP -aludió al caso Gürtel y a la moción de censura de 2018 que le aupó a La Moncloa y, aseguró, «acabó con la corrupción sistémica» del Ejecutivo anterior- e insistiendo en que preside «un Gobierno limpio».
«Voy a terminar mi mandato con honor, sin bajar la cabeza», decía en 1994 un González que en 1996 dejó de ser presidente gracias en buena medida a las revelaciones publicadas por EL MUNDO. Fue una de las grandes historias periodísticas que cambiaron España.

LOS SMS DE RAJOY Y BÁRCENAS.

Tras aparecer el dinero en Suiza, el presidente tuvo contactos directos con el ex tesorero del PP (14/07/13).

Sánchez recurre ahora a la vieja táctica de restar credibilidad al arrepentido y presenta a Aldama como un nuevo pequeño Nicolás que canta para salir de la cárcel inventándose «mentiras» para «tapar» supuestas «actividades delictivas». Pero el análisis de la historia de la corrupción española demuestra que este tipo de personajes no son tan fabuladores como dan a entender aquellos que son señalados por ellos. No quieren ir solos a la cárcel. Y sus testimonios tienen consecuencias políticas y judiciales. Tirar de la manta pasa factura.
No en vano, la serie de entrevistas que concedieron en diciembre de 1994 a EL MUNDO los ex policías José Amedo y Míchel Domínguez, con los pormenores del secuestro de Segundo Marey, la primera acción reivindicada por los GAL, permitieron al juez Baltasar Garzón ordenar la detención y encarcelamiento de los hombres clave en la lucha antiterrorista entre 1983 y 1987.

SÁNCHEZ Y ALDAMA.

La imagen de Sánchez y Aldama sonrientes en un acto del PSOE probó que se conocían (27/10/24).


Amedo y Domínguez fueron encarcelados por organizar la guerra sucia del Gobierno contra la banda terrorista ETA. Pero la sentencia, de 1991, fue la primera de una serie que permitió condenar también al ex ministro del Interior José Barrionuevo, al ex secretario de Estado de Seguridad Rafael Vera, al ex gobernador civil de Vizcaya Julián Sancristóbal y a varios cargos de la Policía.
Garzón no pudo probar que la X de los GAL fuera González, pero la imagen publicada por EL MUNDO en exclusiva compareciendo a puerta cerrada como testigo ante el Tribunal Supremo en la causa por el terrorismo de Estado el 23 de junio de 1998 fue el epílogo de su pérdida del poder dos años antes. Esta imagen ha sido comparada con la de Sánchez declarando como testigo este septiembre, en el marco de la investigación que lleva a cabo el juez Juan Carlos Peinado sobre su esposa, Begoña Gómez, por corrupción en los negocios y tráfico de influencias.

También le pasó factura a Mariano Rajoy su fotografía declarando como testigo en la Audiencia Nacional en julio de 2017 por el caso Gürtel. «Los papeles de Bárcenas son falsos», aseguraba el entonces presidente del Gobierno, que negaba conocer a los principales implicados en la trama de financiación irregular del PP, en una línea defensiva parecida a la que ahora sigue Pedro Sánchez.
Nuevamente, los SMS que Rajoy intercambió con Luis Bárcenas -«Luis, sé fuerte»-, desvelados en exclusiva por Esteban Urreiztieta en EL MUNDO en julio de 2013 tras destaparse las cuentas millonarias en Suiza del ex tesorero del PP pusieron al borde del abismo al líder popular e incubaron la gran tormenta que provocó la moción de censura contra Mariano Rajoy y la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa en junio de 2018.