Los Sanfermines del 2001 han comenzado este mediodía en Pamplona con el lanzamiento del tradicional Chupinazo desde el balcón de la Casa Consistorial, que, pese a la lluvia, fue presenciado por miles de personas.

Los radicales 'abertzales' han protagonizado unos leves incidente instantes después de lanzarse el cohete que anuncia el inicio de las fiestas, ya que han intentado colocar una ikurriña en el balcón consistorial. Los presentes los han apartado a empujones.

Tras Osasuna, por segundo año consecutivo fue un representante del deporte navarro y no los concejales pamploneses, como era costumbre, el encargado de prender la mecha del cohete y en esta ocasión le correspondió al presidente del equipo de balonmano Portland-San Antonio, Fermín Tajadura, abrir las primeras fiestas del milenio a los gritos de "¡Pamploneses, pamplonesas, viva San Fermín, gora San Fermín. Felices Fiestas!".

Rodeado de su familia y de su equipo, al que la alcaldesa, Yolanda Barcina, concedió este honor después de ganar esta temporada la Copa de Europa, la Copa del Rey y la Recopa, Tajadura salió al balcón principal de la Casa Consistorial segundos antes de las 12:00 horas y fue recibido por miles de personas que tiempo antes habían comenzado a llenar la Plaza ataviadas con los trajes típicos de 'pamplonicas'.

El ritual de los pañuelos rojos
Los asistentes repitieron, al mismo tiempo que Tajadura, el ritual de elevar sus pañuelos de fiestas por encima de las cabezas para formar un manto rojo que recibió el estallido del chupinazo en un cielo plomizo.

Tras los tradicionales gritos de "¡Viva San Fermín, gora San Fermín!" coreados al unísono por los presentes, se registró un incidente en unos de los balcones del Ayuntamiento cuando un grupo de personas intentó ondear una ikurriña, acción que fue impedida por policías municipales, uno de los cuales resultó al parecer herido leve al romperse en el forcejeo uno de los cristales de la puerta.

Con la plaza consistorial inundada de fiesta, a la que este año se sumaron las cercanas Plaza del Castillo y Paseo de Sarasate, que también se llenaron de gente para seguir el acto en directo a través de sendas pantallas gigantes, los Sanfermines del 2001 comenzaron a desparramarse por las calles adyacentes, que desde horas antes fueron testigos un año más de los prolegómenos.

Ya durante la noche la Policía Municipal tuvo que intervenir con vendedores ambulantes ilegales y personas que decidieron instalar sus tiendas de campaña en plazas del Casco Viejo y zonas ajardinadas de la ciudad, lugares frecuentados por los miles de extranjeros que se encuentran ya en Pamplona.

Pese a ello, el ambiente festivo era el predominante en las horas previas al cohete, cuando las cuadrillas de amigos cumplieron con la tradición y compartieron almuerzos con los que se prepararon para disfrutar las 204 horas ininterrumpidas de fiesta que separan el chupinazo del "Pobre de mí", con el que los Sanfermines finalizarán el próximo 14 de julio.

Casi 160 actos festivos
En total, son 158 los actos programados por el Ayuntamiento para estos nueve días, a los que se sumarán los organizados por entidades y clubes privados de la ciudad.

Para hoy, y después del "chupinazo", está prevista la primera salida de la comparsa de Gigantes y Cabezudos, si el tiempo no lo impide, y la corrida de rejones, en la que torearán Leonardo Hernández, Fermín Bohórquez y el navarro Pablo Hermoso de Mendoza.

Al final de la tarde se celebrarán las "vísperas" de San Fermín, en la capilla del patrono, en la que la corporación municipal, ataviada con traje de gala, acudirá a honrar al santo.

Los fuegos artificiales y espectáculos musicales de distinta naturaleza, entre ellos los protagonizados por Rosendo Mercado y la Orquesta Mondragón, serán otros escenarios para una larga noche antes de que los toros de Torrestrella corran mañana el primer encierro de estos Sanfermines. (EFE)

 

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