Según la NASA, existen más de 16.000 cuerpos celestes que orbitan cerca de la Tierra. Por este motivo, se trabaja en el desarrollo de tecnología espacial que pueda evitar que colisiones con nuestro planeta y, así, prevenir catástrofes.
Para ello, existen tres técnicas para evitar el impacto de los asteroides:
- Pasiva: con un haz de luz y con la fuerza de atracción del Sol, para que muevan al asteroide de su órbita y evitar la colisión.
- Impulsiva: se da un golpe al objeto celeste para moverlo de su órbita y desviar su trayectoria.
- De bajo impulso: agarrar al asteroide con una especie de red o con un tractor de gravedad para desplazarlo.
Daniel Pérez Grande (CEO & Co-founder de IENAI SPACE) afirma para 20Bits que actualmente no existe tecnología que pueda destruir los asteroides o frenarlos.
“A día de hoy no existen tecnologías desarrolladas que pudieran frenar un asteroide, pero sin duda España (a través de la ESA) participa en precursores que quieren demostrarlo, como DART y su compañero europeo HERA”.
A pesar de ello, desde la NASA se realizan pruebas tecnológicas para poder prevenir cualquier impacto sobre la Tierra.
El 24 de noviembre de 2021, se lanzó la nave espacial DART (Prueba de Redireccionamiento de Asteroides Dobles, en español) desde la Base de la Fuerza Aérea de Vandenberg (California) para que impacte contra un pequeño satélite natural de un asteroide y desviar su órbita, pero no lo destruirá. El recorrido es de once millones de kilómetros y tardará cerca de un año en hacerlo, por lo que se espera que en septiembre de este 2022 llegue.
Desde Europa también se está estudiando la manera de poder desviar asteroides que puedan impactar contra nuestro planeta.
La Agencia Espacial Europea (ESA), tiene programado lanzar su cohete HERA en 2024, para desviar dos asteroides y recopilar información sobre la composición y la estructura de éstos para futuras misiones. Esta previsto que alcance el sistema binario a finales de 2026.
Hay que destacar que el sistema GNC (Guiado, Navegación y Control) integrado en HERA pertenece a GMV, un grupo empresarial español.
Este sistema es el responsable de mantener y controlar la órbita de la nave espacial y cuenta con una tecnología autónoma parecida a la que utilizan los coches autónomos.