El enegrama es una herramienta terapéutica que ayuda a comprender, discernir y descifrar los tipos de personalidad que poseen las personas. A través de ello se pueden determinar tanto los factores que construyen una personalidad, la benefician y la enriquecen; así como los patrones más destructivos que la desintegra.
Los orígenes del eneagrama
El artículo científico “The Enneagram: A systematic review of the literature and directions for future research” publicado en el Journal of Clinical Psychology en 2021, evaluó la investigación empírica de este sistema, este asegura que varios expertos remontan sus orígenes a la tradición oral de Babilonia o del Medio Oriente (2500 A.C.). Los sufíes continuaron dispersándolo y tal vez en 1916, el filósofo ruso George Gurdjieff lo descubrió en uno de sus viajes a Afganistán o a Turquía. En 1950, Oscar Ichazo fue quien integró las primeras ideas del eneagrama en la psicología moderna. Después Ichazo enseñó su sistema de eneagrama al psiquiatra chileno Claudio Naranjo, quien sería la persona que tradujo los tipos de la teoría del eneagrama al lenguaje psicológico occidental, incluidos los criterios de diagnóstico modernos y las teorías psicodinámicas de la estructura del carácter. Naranjo continuó impulsando la enseñanza a grupos de estudiantes, hasta que varios de ellos comenzaron a publicar obras populares y otros continuaron integrando la tipología a la psicología moderna. Después de lo anterior, este sistema se hizo cada vez más popular. En fin, este no es más que otra herramienta psicoterapéutica de gran utilidad y muy interesante, aunque no tiene evidencia científica probada ya que no hay una teoría unificada.
¿Qué es y cuál es el propósito del eneagrama?
El eneagrama o “nueve formas en griego” es un sistema tipológico que detalla la personalidad humana como una serie de tipos de personalidad que están interconectadas. Este sistema no se centra en la modificación del comportamiento, su objetivo es entender y reconocer las motivaciones internas, que a menudo operan desde un nivel inconsciente, para que de esta forma pueda surgir una aceptación compasiva de las diversas partes del yo.
Este sistema no prioriza ni establece jerarquías de importancia entre las 9 personalidades que plantea, es más bien un sistema descriptivo de la personalidad. Consta de 9 puntos o tipos de la personalidad representada por un número al cual llaman “eneatipo”. La forma en que los números están organizados y se conectan por líneas son significantes. La figura o diagrama se compone de 3 elementos, con una parte exterior que es un círculo que por dentro tiene un triángulo y un hexágono irregular.
¿Cómo funciona el eneagrama?
Según la revisión de Joshua N. Hook y su equipo, los 9 eneatipos se agrupan en 3 estrategias para procesar la información:
- El corazón: priorizan la información de una forma emocional e incluye los tipos 2, 3 y 4 de la personalidad.
- La cabeza: procesan la información de una forma racional o cognitiva; incluye los eneatipos 5, 6, y 7.
- El intestino: priorizan y procesan la información a través del instinto o de una forma más corporal o intuitiva, por lo que incluye a las personalidades 1, 8 y 9.
Alas y subtipos
Las alas se refieren a que cada personalidad conectará y compartirá ciertas características con 2 eneatipos vecinos. Por ejemplo, el eneatipo 3 tiene un ala 2 y un ala 4. Las características aledañas se pueden jalar uniformemente o se pueden expresar con mayor precisión mediante las cualidades de un ala dominante.
Cada eneatipo, según la literatura puede dividirse en un subtipo ya sea sexual, social o de conservación. Los sexuales gravitan sobre relaciones uno a uno, mientras que los sociales se preocupan más por pertenecer a grupos. Por otro lado, los de conservación o preservación, se enfocan más en cultivarse y mantener su estabilidad física y seguridad.
Integración y desintegración de la personalidad
Aunque todas las personas tienen un eneatipo definido, la teoría del eneagrama, postula que ellas pueden adoptar características de otro eneatipo durante momentos de estrés “desintegración” o de seguridad “integración”; a esto se le llama movimiento entre tipos o “inter tipo”. La integración viene cuando las personas pueden equilibrar su eneatipo dominante con un enfoque más igualitario al entorno que les corresponde. La desintegración llega cuando la persona se enfoca más en su pasión, lo que lo lleva a una forma rígida de pensar y responder al mundo y que puede estar enraizada a los patrones de pensamiento de su infancia. ¿Cómo puedes saber la personalidad que te integra o desintegra? Simplemente, por las líneas con las que conecta tu eneatipo y que conforman tu triada. La dirección del movimiento de desintegración es de 1-4-2-8-5-7-1 y 3-9-6-3 y en la integración es de 1-7-5-8-2-4-1 y 3-6-9-3.
Las 9 personalidades según el eneagrama
Cada personalidad tiene sus fortalezas o debilidades. Así que revisa aquí en qué consisten los 9 eneatipos postulados por esta teoría:
- El perfeccionista: Tiene principios muy altos, es ético, puede ser muy crítico, juzga y no se compromete. Es perfeccionista, se pone propósitos y tiene autocontrol; busca la integridad, teme a la corrupción y posee un alto sentido de lo que es correcto o incorrecto al hacer las cosas. Tiene mucha integridad.
- El ayudante: Es generoso, tibio, servicial y complaciente. Tiene un fuerte deseo de ser amado por lo cual, puede sacrificar sus necesidades con tal de hacer a otras personas felices. Pone demasiada energía en sus relaciones, es dependiente, genuino y bueno para escuchar.
- El triunfador: Es exitoso, adaptable, trabaja duro y puede llegar a obsesionarse con esto. Cuida de su imagen, es adaptable, buen comunicador y se enfoca en el éxito más que en los sentimientos. Siente que vale por lo que hace y no por lo que es. Busca ser aceptado.
- El individualista: Es creativo, altamente expresivo, sensible, en ocasiones ego-céntrico, único, empático, tiene un alto sentido de identidad y puede ser temperamental. Tiene deseos de ser visto y comprendido, tiende a ser celoso. Teme a no tener identidad o significante.
- El investigador: Es innovador y altamente perceptivo. Lógico, inteligente, piensa demasiado, silencioso, curioso, objetivo y puede ser desapegado o no muestra sentimientos. Teme ser incapaz y su principal deseo es ser competente.
- El leal: Tiende a ser responsable, práctico, comprometido. Tiene relaciones a largo plazo, es confiable y devoto. Se preocupa demasiado, entra en crisis y se enfoca en lo negativo. Siempre está preparado, puede ser ansioso, teme a no sentirse seguro o estable.
- El entusiasta: Es juguetón, espontáneo, versátil, divertido. Es extrovertido, muy sociable, altamente aventurero, se distrae con facilidad, piensa rápido, no se concentra o enfoca pero siempre mantiene una actitud positiva. Batalla con reconocer los límites, teme al dolor y al aislamiento. Busca ser feliz y estar satisfecho.
- El desafiador: Dominante, confronta, decisivo, seguro, protector, exitoso o líder. Puede llegar a ser agresivo, se orienta a través de la acción y es franco o directo. Teme a ser herido o controlado por otros. Le gusta estar a cargo.
- El pacificador: Amable, agradable, complaciente, evita conflictos, promueve la armonía, no le gustan los desacuerdos y puede llegar a ignorar sus necesidades para asegurar su paz, calma o tranquilidad. Teme a desconectarse o a la separación y puede llegar a explotar con enojo cuando se guarda las cosas por demasiado tiempo.