Pocas bromas con los tiranos.
Y menos si van de comunistas feroces.
Kim Jong-un, que heredó el trono de su padre, quien a su vez lo recibió del abuelo y ha convertido a Corea del Norte en un infierno, está decidido a jugar fuerte en la escena internacional.
Y como la ocasión la pintan calva, ha visto en los problemas que Rusia tiene en Ucrania una oportunidad de oro.
Oportunidad para asentarse en el poder, ganar algún amigo y romper el aislamiento internacional en que vive su brutal régimen.
El reciente anuncio de la agencia de inteligencia surcoreana (NIS) sobre el envío de tropas norcoreanas para luchar junto a Rusia en la guerra de Ucrania ha generado una gran preocupación en Corea del Sur, que ha calificado la situación como una «grave amenaza para la seguridad«.
Este señalamiento surge después de que el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, afirmara que, según información de inteligencia, hasta 10,000 soldados norcoreanos podrían unirse al conflicto.
En respuesta, el presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, convocó una reunión de seguridad, subrayando que la comunidad internacional debe reaccionar con «todos los medios disponibles«.
Según la inteligencia surcoreana, 1,500 soldados norcoreanos ya habrían llegado a Rusia, aunque algunos informes anónimos sugieren que el número total podría ascender a 12,000.
Este desarrollo coincide con crecientes evidencias de que Corea del Norte ha estado suministrando municiones a Rusia, como lo demuestra la recuperación de un misil en la región de Poltava, en Ucrania.
Además, la relación entre Moscú y Pyongyang se ha estrechado en los últimos meses, con gestos como el reciente saludo de Kim Jong Un a Vladimir Putin por su cumpleaños, llamándolo su «camarada más cercano«.
La reunión de seguridad celebrada en Corea del Sur contó con la participación de altos funcionarios de la Oficina Nacional de Seguridad, el Ministerio de Defensa y el Servicio Nacional de Inteligencia, quienes acordaron no ignorar la situación y trabajar en conjunto con la comunidad internacional para dar una respuesta contundente.
Estas revelaciones del NIS se producen días después de que fuentes de inteligencia militar ucraniana informaran sobre la formación de una unidad del ejército ruso compuesta por norcoreanos.
Según el jefe de inteligencia militar ucraniano, Kyrylo Budanov, alrededor de 11,000 tropas norcoreanas estarían siendo entrenadas en el este de Rusia para combatir en Ucrania a partir del 1 de noviembre de 2024.
El primer grupo de 2,600 soldados sería enviado a la región rusa de Kursk, donde se han desarrollado combates desde una incursión ucraniana en agosto.
Paralelamente, Putin presentó un proyecto de ley para ratificar un pacto militar con Corea del Norte, que compromete a ambas naciones a apoyarse mutuamente en caso de agresión.
El NIS también confirmó que las tropas norcoreanas están siendo entrenadas en bases rusas en ciudades como Vladivostok, Ussuriysk, Khabarovsk y Vlagoveshensk, y proporcionó imágenes aéreas que muestran la presencia de soldados norcoreanos en estas ubicaciones.
Asimismo, se reportó la llegada de 13,000 contenedores con municiones norcoreanas a Rusia desde agosto, que incluían proyectiles, misiles y cohetes antitanque.
Sin embargo, algunos expertos militares han señalado que la integración de las tropas norcoreanas en las líneas del frente ruso podría enfrentar dificultades, no solo por la barrera del idioma, sino también por la falta de experiencia reciente en combate del ejército norcoreano.
Es posible que estas tropas sean utilizadas para tareas de vigilancia en la frontera ruso-ucraniana, permitiendo a las unidades rusas concentrarse en otras áreas de combate, pero visto como tira Putin de chechenos y otros beliconos ‘aliados’, no se puede descartar que los manden a primera línea.