Confieso que al ver a Ana Obregón en la portada de ¡Hola! con su “muñeca de pelo rizado y ojos inmensos”, posando en el comedor de su casa junto al árbol de Navidad, me debatí un rato entre el estupor y la rabia. Spoiler: ganó la rabia.
Me ocurrió lo mismo cuando se conoció en marzo del 2023 que la artista se había ido a Miami a recoger a una bebé gestada por un vientre de alquiler y de la que ella dijo sentirse su madre pues, contó, llevaba los genes de su hijo Aless fallecido en 2020 a los 27 años por un cáncer. La propia Obregón reconoció entonces que con esa niña intentaba aliviar su dolor por la desaparición de su querido Aless.
La artista exhibe a la niña que trajo de Miami sin miedo a posibles perjuicios en la imagen de la pequeña en un futuro
Solo quien pierde un hijo conoce la devastación íntima que produce esa tragedia. Nada debe haber más difícil que gestionar el duelo. Pero, en este caso, ya ese marzo escribí que recurrir a la gestación por sustitución, y más en edad de ser abuela (68), rebasaba una frontera ética: la de considerar que todo vale para ser madre (o padre) o, en otras palabras, que es un derecho inalienable todo aquello que puede comprarse en un mercado.
Ahora Obregón regresa al colorín para mostrar al mundo entero a su Anita, así la llama, “la persona que le ha devuelto las ganas de celebrar”. Y no es que no nos alegremos por su recuperada felicidad, faltaría. Sin embargo una se pregunta el porqué de esa ansia por exhibir a la criatura como un mono de feria.
Ya sé que los hijos de las celebrities (o las que un día lo fueron) han acaparado la actualidad del papel couché con sus nacimientos, bautizos y comuniones desde que existen las revistas del corazón. Ocurre que ahora se lleva justo la tendencia contraria. Y existe una razón de peso que lo justifica: proteger la intimidad y la imagen de los menores. La privacidad sí es un derecho inalienable de esas personas todavía sin capacidad legal para decidir ni dar su consentimiento.
Ana Obregón y su nieta, en la portada de la revista '¡Hola!' que salió a la venta este miércoles 18 de diciembre.
Fíjense en los duques de Sussex, por ejemplo. Esta semana Harry y Meghan han felicitado la Navidad con una imagen inédita de sus hijos. Los niños salen de espaldas en cinco fotos distintas donde los duques aparecen abriendo los brazos mientras los pequeños corren a su encuentro.
Javier Urra, precursor de la ley de Protección Jurídica del Menor de 1996 y ex Defensor del Menor, suele advertir de que causar perjuicios a la dignidad de los niños exponiéndolos públicamente les pasará factura cuando sean adultos, sobre todo en esta era de la imagen digital. Un claro aviso a famosos... y también a mundanos, que de haberlos, haylos (y no pocos) subiendo fotos y vídeos en las redes sociales ya desde el primer balbuceo de su criatura.
Parece que estos posibles riesgos sobre los que alerta Urra a Ana Obregón le traen sin cuidado siempre que medie una exclusiva a cambio de una cantidad no pequeña de dinero. ¡Once páginas de Anita! Clin, clin.
“Le pregunto qué quiere que le traiga Papá Noel y Anita me dice: ¡‘Un tete’!”, cuenta la artista en el reportaje.
¿Un 'tete'? Ay.
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