El pasado 2 de abril, la administración de Donald Trump anunció la imposición de nuevos aranceles a todo el mundo, pocos se libran, pero dentro de la comunidad tecnológica nos tenemos que fijar en los productos importados desde China e India, dos de los países a los que más se está enfrentando la administración americana.
Al igual que sucede con muchas otras marcas, la cadena de producción de Apple sigue dependiendo en gran medida de estos países, por lo que podría verse especialmente afectada y, en consecuencia, subir los precios al usuario final como consecuencia del coste de las piezas importadas desde las regiones asiáticas.
Sin ir más lejos, las nuevas medidas de Trump incluyen un arancel del 34 % sobre los productos chinos y un arancel del 26 % sobre los productos provenientes de India, lo que encarece significativamente la fabricación del iPhone y pone a Apple en una encrucijada: asumir estos costes adicionales y ver reducidos sus márgenes de beneficio o trasladar el incremento a los consumidores mediante un alza en los precios.
La decisión de Apple sigue en el aire y puede que tardemos aún en verla aplicada semana o incluso meses, posiblemente hasta el lanzamiento del próximo iPhone 17, el primer dispositivo sobre el que se aplicaría un alto nivel de tasas a las piezas y la producción de los productos.
Apple debe elegir entre china o India
Desde hace algunos años, Apple ha estado diversificando su producción con el fin de reducir su dependencia de China, suponemos que oliéndose la tostada. De hecho, Foxconn, su principal socio de fabricación, ha expandido su presencia en India, país donde ya se ensamblan varios modelos de iPhone, incluyendo algunos de última generación.
Si en 2024, se produjeron aproximadamente entre 25 y 30 millones, representando hasta el 25 % de la producción total de la compañía, se espera que este año esta cifra crezca, sobre todo ahora que sabemos que se pueden ahorrar casi un 10% en aranceles. Aun así, hoy por hoy, China sigue siendo el principal centro de fabricación de Apple, por lo que gran parte de los dispositivos continuarán estando sujetos a los nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos.
¿Subirán los precios del iPhone?
De acuerdo con el análisis de Bank of America, de cuando China estaba sometida a un 20% de aranceles, se preveía que el iPhone 17 en su versión base pasará de costar 799 dólares a 950 dólares, mientras que el modelo Pro podría alcanzar los 1.180 dólares, casi 150 dólares más que su predecesor.
Ahora que sabemos que están entre un 26 y un 34%, es de imaginar que el iPhone podría costar hasta 200 euros más, si contamos con los diferentes impuestos que aplicamos en España a los productos de tecnología. es decir, que el iPhone más básico podría superar los 1100 euros con toda tranquilidad.
Por otro lado, si Apple opta por no incrementar los precios, sus beneficios se verán afectados significativamente. Por eso, se piensa que, para compensar completamente el impacto de los aranceles del 34 % y el 26 %, Apple tomaría una decisión mixta de subir los precios en aproximadamente un 12 %, es decir, unos 100 euros de subida.
La realidad es que, ahora mismo, entre inflación, guerras, resaca post-pandemia y estos nuevos aranceles, vivimos un periodo de incertidumbre que nos impide saber a ciencia cierta lo que va a pasar con los precios de los próximos modelos de iPhone y otros muchos smartphones cuya fabricación depende de China e India.